¿tienes una peluquería?

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Estoy agotado de cortar este trigo....

Estoy agotado de cortar este trigo.

- ¿De veras? ¡Qué gracia! Yo me siento tan fresco como una rosa -decía Tomás, complacido.

El espantajo lo intentó de nuevo. Lanzaba las guadañas en todas direcciones, pero cada golpe las volvía más romas y melladas. Hasta que, furioso, las arrojó al suelo y gritó con gran voz: - ¡Quédate con tu birria de terreno! ¡No vale la pena!

De una zancada saltó la cerca y corriendo como un gamo se perdió en la lejanía. Desde entonces, nunca, nunca jamás el espantajo peludo volvió a molestar a Berta y Tomás.