ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El león no fue el único que escuchó la llamada del...

El león no fue el único que escuchó la llamada del oso. Un gran oso pardo que se sentía muy solo la oyó y apareció por entre los árboles, con su gran corazón pardo lleno de amor.

Pero no encontró a su novia. Allí sólo estaba Amadeo. Sin embargo, sonrió mostrándole todos los dientes, y... ¡se lo comió de un solo bocado!