ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El Sol continuó brillando y el hombre tuvo que desabrocharse...
El Sol continuó brillando y el hombre tuvo que desabrocharse el abrigo y secarse el sudor de la frente. " ¡Qué tiempo tan raro!", pensó. El Sol brilló y brilló hasta que el hombre se quitó la chaqueta y se aflojó el nudo de la corbata.