¡Qué alegría descubrir, bueno, descubrir no, porque ya lo sabía hace tiempo, que hay tantas personas alconcheleras que me quieren! Me lo habéis demostrado con vuestras muestras de cariño, vuestras fotos, vuestros recuerdos... y tú Luis Angel, "rebonico", siempre pequeño en estatura pero grande de corazón, con esa llamada que me has hecho cuando la Virgen estaba delante de mi casa y mi familia. Desde aquí, Barcelona Le pediré que nos proteja siempre para que podamos vernos muchos años más. Un beso