Hijo mío, la perla del dragón debe formar parte del tesoro imperial. Estoy seguro de que encontrarás la forma de traérmela.
Después de varias semanas de travesía, el Príncipe llegó a las costas de Borneo.
A lo lejos se recortaba el monte Kinabalu, y en lo alto del monte el dragón jugaba con la perla.
De pronto, el Príncipe comenzó a sonreír porque había trazado un plan. Llamó a sus hombres y les dijo:
-Necesito una linterna redonda de papel y una cometa que pueda sostenerme en el aire.
Después de varias semanas de travesía, el Príncipe llegó a las costas de Borneo.
A lo lejos se recortaba el monte Kinabalu, y en lo alto del monte el dragón jugaba con la perla.
De pronto, el Príncipe comenzó a sonreír porque había trazado un plan. Llamó a sus hombres y les dijo:
-Necesito una linterna redonda de papel y una cometa que pueda sostenerme en el aire.