ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: —Genio —gritó—, ahora es tu turno de rogar mi favor...

—Genio —gritó—, ahora es tu turno de rogar mi favor y ayuda. Pero yo te arrojaré al mar, d encontrabas. Después, construiré una casa playa, donde residiré y advertiré a todos los pescadores que vengan a arrojar sus redes, para que se de un Genio tan malvado como tú, que has hecho juramento de matar a la persona que te ponga e libertad.