
Pero debido al peso del manto real y a tener que dar la mano a besar a tanta gente, León estaba completamente agotado y ansioso de regresar a la sala de juegos de palacio, donde el ama le habría preparado sin duda el té.
Una vez allí, León dio buena cuenta de unos emparedados de huevo y de una tarta de chocolate. “Iré a explorar la biblioteca real”, dijo al acabar. Y salió de la habitación con el conejo pisándole los talones.
Una vez allí, León dio buena cuenta de unos emparedados de huevo y de una tarta de chocolate. “Iré a explorar la biblioteca real”, dijo al acabar. Y salió de la habitación con el conejo pisándole los talones.