Muchas gracias, muchas gracias -masculló, y desapareció en su guarida.
Juanito enrolló de nuevo el arco iris y se lo guardó en el bolsillo. Pero los afilados dientes de la trampa habían rasgado un gran trozo del arco iris, y el trozo se disipó.
Juanito enrolló de nuevo el arco iris y se lo guardó en el bolsillo. Pero los afilados dientes de la trampa habían rasgado un gran trozo del arco iris, y el trozo se disipó.