Tú? Eres demasiado pequeño. Con ese ogro no tendrías la menor oportunidad.
- ¡Por favor, dejadme ir!
Al final, y pese a sus temores, la anciana decidió que el hijo menor probara suerte en el bosque.
Así pues, al día siguiente, el tercer hijo tomó el hacha más grande que había en la casa. Era tan pesada que
apenas podía llevarla. Fue al armario de la cocina y tomó un queso muy blando que tenía la cáscara dura. Cuando los hermanos vieron que se guardaba el queso en la bolsa, se burlaron de él.
- ¡Por favor, dejadme ir!
Al final, y pese a sus temores, la anciana decidió que el hijo menor probara suerte en el bosque.
Así pues, al día siguiente, el tercer hijo tomó el hacha más grande que había en la casa. Era tan pesada que
apenas podía llevarla. Fue al armario de la cocina y tomó un queso muy blando que tenía la cáscara dura. Cuando los hermanos vieron que se guardaba el queso en la bolsa, se burlaron de él.