Diciéndole:
– ¡Ven, amigo mío!
– Ven y ayúdame que un lobo me está atacando…
-Llama al amo que nos ayude..
– Pero el dueño estaba un poco lejos, y no los oía
El perro aunque también le tenía mucho miedo al lobo, al ver a su amigo en peligro y muy apurado, ladró con tanta rabia que el lobo escapó acobardado.
Y así salvó el valiente perro a su amigo el asno, a pesar de no haberle dejado probar ni un bocado.
– ¡Ven, amigo mío!
– Ven y ayúdame que un lobo me está atacando…
-Llama al amo que nos ayude..
– Pero el dueño estaba un poco lejos, y no los oía
El perro aunque también le tenía mucho miedo al lobo, al ver a su amigo en peligro y muy apurado, ladró con tanta rabia que el lobo escapó acobardado.
Y así salvó el valiente perro a su amigo el asno, a pesar de no haberle dejado probar ni un bocado.