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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Querida amiga: ...

Justi, a "la del suspense" ya la tengo localizada aunque a decir verdad ha sido un pajarito quién me ha "chivado" su identidad; por lo tanto, hasta que ella no quiera salir del anonimato, yo quedaré más callada que una tumba.
No obstante, te diré que es alconchelera por los cuatro costados, que es amiga mía aunque un poco mayor que yo, que no es ni Raquel, ni Maritere, ni Mari, ni Antonia... Aquí ya me callo y no sigo, ya que, a los buenos detectives alconcheleros con pocas pistas les basta y les sobra para descubrir quién es.
Un besete, guapa, y algún día sabrás quién es.

Querida amiga:
Sí, te digo a tí, a la que escribiste diciendo que tú también habías jugado a la Gallinica Ciega en casa de Clarisa. Me ha alegrado mucho de saber que persona estaba detrás de lo que escribiste. No tanto, el saber que andas para arriba y para abajo acompañada de achaques que no te dejan disfrutar como deberías de la vida. ¡No te asustes! Aquí quien más quien menos, andamos casi todos de la misma manera. ¡Pero aquí estamos! Plantándole cara a estos pobres huesos nuestros y sacando pecho, aunque algunas tengamos que ayudarnos con un "Cruzado Mágico con relleno" ¡Faltaria más...!
No te voy a decir que la próxima vez que nos veamos nos vamos a tomar a la salud de todo el mundo cuatro cántaros de Wisky porque ni tú ni yo somos muy güisqueras, pero sí podríamos tomar un par de tés con limón que eso no hace mucho daño al cuerpo.
El té, como sabes, no hace falta que lo vayamos a buscar al río como cuando éramos pequeñas; ahora ya lo venden en bolsitas y podemos hacernos todo el que nos de la gana sin miedo a "rompernos una pata" ¿Pá qué?
¿Te has llegado a preguntar alguna vez, querida amiga, las cosas que hemos aprendido desde que jugábamos siendo chicas, y las que nos quedan por aprender?
Entonces no sabíamos, ni pensábamos saberlo, que el té es una de las bebidas más antiguas apreciadas por el hombre. Tampoco sabíamos que es de origen asiático, y que las leyendas chinas convienen en atribuir el descubrimiento del té durante el reinado del emperador Shen Yung, aproximadamente en el año 2737 A. D
Querida amiga, nuestros padres no eran emperadores, ni sus nombres fueron Shen Yung, ni cosa por el estilo, pero para nosotras, sus hijas, fueron mucho más, y cantaban y tocaban la caracola mejor que..... ¡LOS PROPIOS ÁNGELES! (Bueno, tanto, tanto.... ya sabes lo exagerada que soy.)
Un abrazo fortísimo, y anímate a escribir; deja que compartamos tus recuerdos porque dicen que quien comparte crece. También dicen que compartir es el secreto para recuperar el aliento perdido.