El búfalo se sintió muy culpable. Pero entonces oyó que el campesino respondía:
- ¡Qué gran honor! ¡El señor tigre en persona visitando mi humilde campo y dándome la oportunidad de servir a un animal tan grande y tan hermoso!
- ¡Qué gran honor! ¡El señor tigre en persona visitando mi humilde campo y dándome la oportunidad de servir a un animal tan grande y tan hermoso!