- ¡Sí, sí, claro que lo oigo! Ay, espero no haberle hecho daño.
La tierra tembló de nuevo, esta vez con mucha más fuerza que antes. Narana rodaba y rebotaba… La risa del gigante resonaba en toda la llanura.
La tierra tembló de nuevo, esta vez con mucha más fuerza que antes. Narana rodaba y rebotaba… La risa del gigante resonaba en toda la llanura.