Te vi por primera vez cuando dormías hecha un ovillo entre mi pulgar y mi índice. Después te dejaste caer por mi mano y te encaramaste por la muñeca hasta mi brazo y mi estómago. Lo que ves frente a ti es mi barba. Pero yo no puedo verte bien ahora, a menos que levante la cabeza y te mire por encima de la nariz. ¿Por qué no trepas a mi cara?