Que torpe soy! se dijo Elarhú.
Debí quitar más hierbas, tener más paciencia y realmente regarla. No debí vaciar el agua de un sopetón, ¡Qué pena! ya no me queda ni una gota.
Debí quitar más hierbas, tener más paciencia y realmente regarla. No debí vaciar el agua de un sopetón, ¡Qué pena! ya no me queda ni una gota.