En aquel momento, se abrió la puerta de par en par y se oyó una voz que decía: -Gatito, gatito, lindo gatito, ¡ven aquí!
“ ¡Oh, me está llamando a mí!”, pensó Gobolino entusiasmado.
“ ¡Oh, me está llamando a mí!”, pensó Gobolino entusiasmado.