- ¡Bien hecho! -dijo alguien tras él. Era la voz de un joven marinero que le miraba con una sonrisa amistosa.
-En mi barco, el Mary Cruz, hay muchos ratones, y no tenemos ningún gato. ¿Te gustaría venir con nosotros para atraparlos?
“ ¡Por fin!, aquí hay alguien que me necesita”, pensó. Y contestó al marinero.
-Seguro que me gustará el mar. ¡Gobolino, el gato del barco!
-En mi barco, el Mary Cruz, hay muchos ratones, y no tenemos ningún gato. ¿Te gustaría venir con nosotros para atraparlos?
“ ¡Por fin!, aquí hay alguien que me necesita”, pensó. Y contestó al marinero.
-Seguro que me gustará el mar. ¡Gobolino, el gato del barco!