- ¡Bueno, venga! -dijo la bruja-, prepárate para saltar a mi escoba cuando yo pase.
Justo cuando la luz empezaba a palidecer, cruzó la bruja por delante del sol. Su sombra se proyectó sobre la cubierta por un instante. Gobolino saltó, pero no a la escoba, sino encima de su sombra, gritando en voz muy alta ¡TONTERIAS! mientras caía.
Justo cuando la luz empezaba a palidecer, cruzó la bruja por delante del sol. Su sombra se proyectó sobre la cubierta por un instante. Gobolino saltó, pero no a la escoba, sino encima de su sombra, gritando en voz muy alta ¡TONTERIAS! mientras caía.