Con un rugido de ira, la bruja desapareció.
- ¡Traidor, traidor! -gritó, en el momento que el viento la engullía. De repente, se hizo sobre el mar una gran calma. El Mary Cruz estaba a salvo.
Los marineros no comprendían lo que pasaba y murmuraban cosas sobre Gobolino.
-No era una gaviota. ¡Era una bruja!
-Y él hablaba con ella. ¡Yo le oí!
-Dijo que era un gato de bruja.
- ¡Traidor, traidor! -gritó, en el momento que el viento la engullía. De repente, se hizo sobre el mar una gran calma. El Mary Cruz estaba a salvo.
Los marineros no comprendían lo que pasaba y murmuraban cosas sobre Gobolino.
-No era una gaviota. ¡Era una bruja!
-Y él hablaba con ella. ¡Yo le oí!
-Dijo que era un gato de bruja.