- ¿. Es que no prefieres ser malo?
-No -contestó Gobolino-. Seré bueno para que la gente me quiera. Nadie desea tener gatos embrujados.
En ese momento, un rayo de luna iluminó a los gatitos. Salima exclamó, arqueando el lomo:
- ¡Hermano! ¡Tienes una pata blanca!
-No -contestó Gobolino-. Seré bueno para que la gente me quiera. Nadie desea tener gatos embrujados.
En ese momento, un rayo de luna iluminó a los gatitos. Salima exclamó, arqueando el lomo:
- ¡Hermano! ¡Tienes una pata blanca!