ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: “Qué buena es”, pensó Gobolino. “Me equivoqué al pensar...

“Qué buena es”, pensó Gobolino. “Me equivoqué al pensar que tenía mal genio.” Y se metió en el bolso. Tan pronto como estuvo dentro, Rosabel ató fuertemente las cintas para que no pudiera salir.

- ¡Ja, ja! Ahora podré tener mi vestido dorado. Le diré al abuelo que te escapaste.

Y corrió por el bosque con el bolso de terciopelo hasta que llegó a la choza.

La vieja estaba ya empezando a recoger sus cosas para marcharse.

- ¡Jo, jo! -se rió-. Ya sabía yo que vendrías.