Los dos gatitos se pusieron muy contentos al encontrarse..
Compartieron un gran tazón de sopa cocida en el caldero de la bruja, y Salima le enseñó a Gobolino todos los trucos que había aprendido.
Hizo salir extrañas melodías del caldero, acompañadas de cerditos voladores. Hizo invisible a la bruja y, por un instante, volvió roja la piel de Gobolino.
-Enséñame ahora tú lo que sabes hacer, Gobolino -pidió Salima
Compartieron un gran tazón de sopa cocida en el caldero de la bruja, y Salima le enseñó a Gobolino todos los trucos que había aprendido.
Hizo salir extrañas melodías del caldero, acompañadas de cerditos voladores. Hizo invisible a la bruja y, por un instante, volvió roja la piel de Gobolino.
-Enséñame ahora tú lo que sabes hacer, Gobolino -pidió Salima