-No sabe hacer nada -dijo burlona la vieja- Apenas saca unas chispitas y hace travesuras tontas. Pero se niega a hacer algo malo.
-Es verdad. Nunca quise ser un gato de bruja. Los gatos de bruja son malos, malos, malos. ¡Y los hechizos de las brujas son tanto o más crueles!
- ¡Gato miserable! -chilló la bruja- ¿Cruel has dicho? ¡Esa no es palabra para un gato de bruja!
-Es verdad. Nunca quise ser un gato de bruja. Los gatos de bruja son malos, malos, malos. ¡Y los hechizos de las brujas son tanto o más crueles!
- ¡Gato miserable! -chilló la bruja- ¿Cruel has dicho? ¡Esa no es palabra para un gato de bruja!