ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: -ÍAy, me ahogo, me ahogo! -gritaba desesperadamente....

-ÍAy, me ahogo, me ahogo! -gritaba desesperadamente.

Cuando era un gatito embrujado podía nadar como un pez. Pero ahora apenas podía mantenerse a flote. Por suerte había unos niños jugando en la orilla.

- ¡Mira, mira! ¡Es un gatito! ¡Rápido! ¡Saquémoslo de ahí!

-Los niños corrieron a por una rama y le pescaron, calado hasta los huesos.

-Pero si es Gobolino, el mismo gatito que rescatamos hace muchísimo tiempo. ¿Aún sabes sacar chispitas por el hocico? ¿Y hacerte invisible?

Gobolino sacudió su cabecita con tristeza. Pero los niños lo arroparon bien y lo llevaron a casa.