Mira, papá -gritaron desde la puerta- ¡Mira lo que encontramos ahogándose en el río! Es otra vez ese gatito de bruja.
-Los gatos de bruja saben nadar, no se ahogan -respondió el padre.
Tomó a Gobolino entre sus manos y lo miró un buen rato.
-Este no es un gato de bruja -afirmó finalmente- Es un gatito faldero común y corriente.
-Los gatos de bruja saben nadar, no se ahogan -respondió el padre.
Tomó a Gobolino entre sus manos y lo miró un buen rato.
-Este no es un gato de bruja -afirmó finalmente- Es un gatito faldero común y corriente.