-Federico, entra -llamó su mamá-. Debes vestirte para el cumpleaños de tu hermana.
- ¡Rayos! -exclamó Federico.
Era lo último que quería hacer.
- ¡Mira como estás! -lo reprendió doña Coneja-. Sube inmediatamente a tu cuarto y ponte ropa limpia. Los invitados están por llegar.
- ¡Rayos! -exclamó Federico.
Era lo último que quería hacer.
- ¡Mira como estás! -lo reprendió doña Coneja-. Sube inmediatamente a tu cuarto y ponte ropa limpia. Los invitados están por llegar.