Resoplando, rompió el corral, echó abajo la puerta del galpón y salió.
Estaba tan furioso que nada podía detenerlo.
¡Había sólo una cosa que Brutus odiaba, más aún que el ser molestado mientras dormía la siesta, y eso era el color rojo!
Yeso fue, ni más ni menos, lo que vio cuando irrumpió en el patio…
…¡tres zorros rojos como carros de bomberos!
Estaba tan furioso que nada podía detenerlo.
¡Había sólo una cosa que Brutus odiaba, más aún que el ser molestado mientras dormía la siesta, y eso era el color rojo!
Yeso fue, ni más ni menos, lo que vio cuando irrumpió en el patio…
…¡tres zorros rojos como carros de bomberos!