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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Heidi obedeció y entró en la casa detrás del anciano....

Heidi obedeció y entró en la casa detrás del anciano. No había más que una habitación amplia y desnuda, con una sola silla, una mesa, un hogar y un gran armario de madera.

— ¿Dónde dormiré yo, abuelo? —Donde quieras. No me importa. Heidi estaba entusiasmada y se puso a buscar un sitio donde dormir. En un rincón vio una escalera apoyada contra la pared. Subió por ella y descubrió un henil.