—Eso está bien —dijo a la niña—. Pero necesitarás un poco más de heno para no sentir el suelo duro.
—Creo que has olvidado una cosa —dijo Heidi.
— ¿Ah, sí? ¿Qué?
—Pues que necesitaré un cobertor, porque cuando me acuesto necesito cubrirme con algo, ¿no?
—Es verdad —dijo el anciano cariñosamente— ¿Te sirve esto?
—Creo que has olvidado una cosa —dijo Heidi.
— ¿Ah, sí? ¿Qué?
—Pues que necesitaré un cobertor, porque cuando me acuesto necesito cubrirme con algo, ¿no?
—Es verdad —dijo el anciano cariñosamente— ¿Te sirve esto?