Heidi con su abuelo
Heidi se despertó en su nuevo hogar sintiéndose muy contenta. Entonces oyó fuera un silbido.
Era Pedro, el chico que guardaba las cabras, que había venido en busca de Flor y Mariposa para conducirlas a los elevados pastos de las montañas.
Heidi se vistió con toda rapidez y corrió afuera.
— ¿Te gustaría subir a la montaña con Pedro y las cabras? —preguntó abuelo Anselmo.
Heidi se despertó en su nuevo hogar sintiéndose muy contenta. Entonces oyó fuera un silbido.
Era Pedro, el chico que guardaba las cabras, que había venido en busca de Flor y Mariposa para conducirlas a los elevados pastos de las montañas.
Heidi se vistió con toda rapidez y corrió afuera.
— ¿Te gustaría subir a la montaña con Pedro y las cabras? —preguntó abuelo Anselmo.