El caballero montó sobre su caballo y se lanzó a galope hacia el dragón.
Entonces Jorge cogió su hacha de combate con ambas manos, la giró sobre su cabeza, y le asestó un golpe donde creyó que estaba el corazón. Pero el monstruo no tenía corazón, y el hacha quedó hecha añicos. Con un golpe de su inmensa cola, el dragón lo tiró al suelo.
Entonces Jorge cogió su hacha de combate con ambas manos, la giró sobre su cabeza, y le asestó un golpe donde creyó que estaba el corazón. Pero el monstruo no tenía corazón, y el hacha quedó hecha añicos. Con un golpe de su inmensa cola, el dragón lo tiró al suelo.