– Ya que el príncipe sólo os quiere por vuestra belleza, si os desfiguráis el rostro, ya no le servireis para presumir y sacar pecho ante los demás príncipes y para evitar que nadie os vea seguro que os enviará lejos de palacio, y borrará cualquier rastro de vuestra presencia. Ya sabemos lo cruel y miserable que puede llegar a ser.