ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: — ¡Un soldado raso! —exclamó la reina— Los soldados...

— ¡Un soldado raso! —exclamó la reina— Los soldados son muy sucios y toscos. Y hay que ver cómo derrochan su dinero. ¿Recuerdas a aquel soldado tan rico que llegó a la ciudad con los bolsillos llenos de oro? ¡Pues al cabo de un año no le quedaba ni un penique!