El hombre comenzó a caminar hacia el pueblo, pero había andado solo unos pasos, y se dió la vuelta y dijo: “Por favor, perdóname. Me preocupa la idea de dejar a un tigre hambriento aquí con mis animales. ¿Me dejas que te ate a este árbol mientras voy a buscar la sabiduría? De esa manera no estaré preocupado”.