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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: El Gran Oso Pardo que nunca se enfadaba...

El Gran Oso Pardo que nunca se enfadaba

Había una vez un Gran Oso Pardo Marrón que vivía en un árbol hueco al borde de un bosque. El Gran Oso Pardo le tenía mucho cariño a su casa, porque era un gran hueco agradable, lo suficiente alto como para salir a la puerta sin tener que agacharse, y con mucho espacio dentro. En el verano, cuando el bosque era verde y fresco, él no usaba mucho su casa. Pero cuando llegaba el invierno y los días se hacían oscuros y fríos, y los bosques estaban blancos por la nieve, entonces al Gran Oso Pardo marrón le gustaba estar dentro de su casa. Entonces, para el invierno, él la había hecho cálida y acogedora. En una esquina tenía una jarra de miel, que las abejas que trabajaban en las rosas silvestres habían hecho para él. Y en otra esquina tenía una suave cama de hojas secas y suave helecho donde se podía enroscar en un día oscuro y tomar una larga, larga siesta. El Gran Oso Pardo Marrón cuidaba muy bien su casa y la mantenía muy limpia y ordenada. Cada mañana barría y limpiaba el polvo de la jarra de miel y nada estaba nunca fuera de su sitio. Era un viejo oso de buen corazón y nunca se enfadaba, como suelen hacer la mayoría de los osos. Y como era tan simpático le gustaba a todo el mundo y venían a menudo a verle.