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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: “Vamos a molestarle y a ver si le podemos despertar”,...

“Vamos a molestarle y a ver si le podemos despertar”, respondió Cola de Algodón. Y así lo hicieron todos los pequeños conejitos solo pensaron en molestar al Gran Oso Pardo. Saltaron arriba y abajo en su espalda, y algunos de ellos le tiraron de las orejas, y uno de Ellos incluso le hizo cosquillas en la nariz con una paja; cada uno de ellos empezaron a ver como de traviesos podían ser. Podeis estar seguros de que el Gran Oso Pardo no tuvo una larga siesta. Pero cuando se despertó no les regañó en absoluto. En vez de eso, cogió su sombrero y su bastón y después de que les dijo adiós salió de la casa, y aunque los pequeños conejitos lo esperaron durante mucho, mucho tiempo, el Gran Oso Pardo no volvió. Entonces Cola de Algodón y todos los otros peqeños conejitos se arrepintieron mucho de lo que habían hecho, porque todos tenían cariño al Gran Oso Pardo marrón. Una vez más, Cola de Algodón llamó a todos los otros a su alrededor.