El oso y el gnomo
Erase una vez una pobre viuda que vivía en una pequeña casa en el bosque, en el jardín crecían dos arboles, uno de ellos tenía rosas blancas y el otro rosas rojas. Tenía dos hijas, en honor a esos hermosos arboles llamó a sus hijas Rosa Blanca y a la otra Rosa Roja y eran las niñas más dulces y buenas del mundo, siempre estaban alegres y ayudando a su madre en todo lo que les pedía. Rosa Blanca era más tranquila que Rosa Roja, que siempre estaba corriendo y jugando por los campos y prados, y le gustaba recoger flores y capturar mariposas. Rosa Blanca casi siempre se quedaba en casa con su madre y la ayudaba en el hogar, y le gustaba leer en voz alta algún hermoso cuento de hadas, cuando no había trabajo que hacer.
Erase una vez una pobre viuda que vivía en una pequeña casa en el bosque, en el jardín crecían dos arboles, uno de ellos tenía rosas blancas y el otro rosas rojas. Tenía dos hijas, en honor a esos hermosos arboles llamó a sus hijas Rosa Blanca y a la otra Rosa Roja y eran las niñas más dulces y buenas del mundo, siempre estaban alegres y ayudando a su madre en todo lo que les pedía. Rosa Blanca era más tranquila que Rosa Roja, que siempre estaba corriendo y jugando por los campos y prados, y le gustaba recoger flores y capturar mariposas. Rosa Blanca casi siempre se quedaba en casa con su madre y la ayudaba en el hogar, y le gustaba leer en voz alta algún hermoso cuento de hadas, cuando no había trabajo que hacer.