El baile con las hadas
¿Por qué tienes que volver a esa mugrienta colmena? –preguntó Tu ropa es tan bonita como siempre, y a todas las hadas les gustas. Además, dentro de unas noches, el rey y la reina presiden la corte, y otra vez será muy divertido. ¡Quédate conmigo y sé feliz! Patoso lo estaba deseando, así que a partir de ese día con la mariposita no hizo nada más que jugar, y no pensó en nada que no fuera agradable, porque los días del verano eran cálidos y luminosos, y el invierno se veía muy lejano. Las flores rojas de los tréboles se agitaban y le hacían señas.
¿Por qué tienes que volver a esa mugrienta colmena? –preguntó Tu ropa es tan bonita como siempre, y a todas las hadas les gustas. Además, dentro de unas noches, el rey y la reina presiden la corte, y otra vez será muy divertido. ¡Quédate conmigo y sé feliz! Patoso lo estaba deseando, así que a partir de ese día con la mariposita no hizo nada más que jugar, y no pensó en nada que no fuera agradable, porque los días del verano eran cálidos y luminosos, y el invierno se veía muy lejano. Las flores rojas de los tréboles se agitaban y le hacían señas.