ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡Por favor, dejadme entrar, queridas abejas! –pidió­...

¡Por favor, dejadme entrar, queridas abejas! –pidió­ ¡Estoy helado y hambriento! ­ ¿Dónde has estado, Patoso? –preguntó la reina­ Creímos que a estas alturas ya estarías muerto. ­ No, muerto no –contestó Patoso­. Sólo helado y hambriento. ¡Por favor, querida reina, déjame entrar! ¡Trabajaré para ti todo el día!