ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: - ¡No me hagas reír! ¡Tú, con tus piernas torcidas!...

- ¡No me hagas reír! ¡Tú, con tus piernas torcidas! -dijo la liebre-; pero si tantas ganas tienes, por mí que no sea. ¿Qué apostamos?