La liebre y la tortuga
La liebre siempre se reía de la tortuga, porque era muy lenta. — ¡Je, ¡el En realidad, no sé por qué te molestas en moverte -le dijo.
La liebre siempre se reía de la tortuga, porque era muy lenta. — ¡Je, ¡el En realidad, no sé por qué te molestas en moverte -le dijo.