Entonces, desde abajo, empezó a hacer el sonido de la lluvia… Primero caía poquita: Elisenda picaba con un dedo de la mano sobre la palma de la otra. Después un poco más fuerte: Elisenda picaba ya con dos dedos y parecía que llovía más. Ahora un poco más: ya eran tres dedos…y así hasta llegar a picar con los cinco dedos a la vez, ¡que sonaba casi como el chaparrón que estaba cayendo en esos momentos!