Luz ahora: 0,15484 €/kWh

ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Era obvio que no todo podía salir bien, y el ogro no...

Era obvio que no todo podía salir bien, y el ogro no estaba dispuesto a perder aquello que se había ganado, muchos dirían que justamente. De esta forma, fue tras los siete hijos de la anciana. Uno por uno, levantaron obstáculos para evitar que el ogro les diese alcance. Todos menos el mayor, quien se encargaba de dar aviso de la cercanía del ogro. El primero de sus hermanos lavó sus manos y produjo un mar infinito de espuma de jabón. El siguiente, con mayor agresividad, transformó un bloque de hierro en un peligroso campo de cuchillas. Más allá fue el tercero, quien convirtió una mínima rama en un bosque al completo. No acabó allí la cosa, pues el cuarto aprovechó de un charco de agua para hacer un río.
Pero no todo era hacerle la misión imposible al ogro, sino que había otros menesteres igual de esenciales. Menesteres tales como conseguir un lugar donde refugiarse, hazaña de la que se encargó el quinto hermano, el cual de una piedra dio una torre. La situación, al contrario de lo que podáis pensar, no pintaba nada bien para los hijos de la anciana y la princesa pues, aunque salvaguardados, estaban acorralados por el ogro, quien acechaba día y noche, incansablemente, la torre de refugio.