ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: CAPÍTULO V...

CAPÍTULO V

–Bueno –pensó Cola de Seda –Ya no vuelvo a detenerme, no importa lo que suceda. Me daré prisa y no pararé hasta que llegue a la casa del Caballero Ardilla. ¡Vaya, ya debe haber empezado la fiesta! –pensó, mientras miraba a su relojito de pulsera. Y mientras lo hacía, oyó un ruido entre las hojas del borde del camino. –No voy a detenerme –pensó –Haré como si no he oído nada. Pero sólo había dado unos pasos, cuando tuvo que volverse a mirar si algo iba mal. Era una criatura tan compasiva que no podía ir a divertirse sabiendo que quizá hubiera pasado de largo por donde había alguien sufriendo.