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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: —Además, incluso si lo hubiese conseguido, no podría...

—Además, incluso si lo hubiese conseguido, no podría hacernos daño. Estamos en casa y somos más fuertes que él. Los conejos pequeños parecían menos asustados y volvieron con sus juguetes que eran unas bellotas y castañas. — ¿Has tenido un buen día? —preguntó mama coneja. —Oh sí, bastante bueno —respondió su marido—. Primero me persiguió un perro dándome un pequeño susto, luego, un hombre con una pistola me disparó, pero solo me reí de él y salí corriendo. — ¿Y nos has traído algo? —preguntó Buzzy. —Por supuesto, —respondió papá conejo— dos nueces para cada uno —dijo sacando las nueces de su bolsillo. — ¡Hurra! ¡Hurra! —gritaron los pequeños, siendo ahorrativos y llevando las nueces a un lugar seguro en la parte trasera de la habitación