“Hey tilín-tilín,
La liebre y el fideuín,
La ardilla y la tinaja de agua,
El pobre conejo lloró
Cuando la lechuga se quemó,
Y el conejito con la nuez se alejó.”
Cuando terminó, le aplaudieron mucho.
—Me recuerda a los poemas que solía recitar —pensó Walter— solo que ellos son algo diferentes. Me pregunto dónde habrán aprendido.
La liebre y el fideuín,
La ardilla y la tinaja de agua,
El pobre conejo lloró
Cuando la lechuga se quemó,
Y el conejito con la nuez se alejó.”
Cuando terminó, le aplaudieron mucho.
—Me recuerda a los poemas que solía recitar —pensó Walter— solo que ellos son algo diferentes. Me pregunto dónde habrán aprendido.