—Quizás los conejos tengan un colegio donde aprenden. Yo sé que los peces van a la escuela. El otro día leí algo sobre una escuela de caballas. ¿Quién iba a imaginar que los conejos tenían tanto sentido común? Entonces, quiso unirse a ellos y recitar Old Ironside o contarles la historia de Juan y las judías mágicas, pues pensó que para ellos serían nuevos, pero como nadie le preguntó, no quiso entrometerse. En ese momento, comenzó a oscurecer.