Entonces, pasó algo horrible. La habitación de Streaky estaba en el recibidor por donde se había escondido Walter, cuando entró vio a Walter y gritó asustado. — ¿Qué ocurre? —dijo papá conejo. — ¡Es un chico! —gritó Streaky. — ¿Un chico? —gritaron los demás mientras corrían a esconderse tras su madre.