ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: ¡Sí, habían alcanzado la otra orilla! ¡Pero… el canguro...
¡Sí, habían alcanzado la otra orilla! ¡Pero… el canguro se deslizaba hacia atrás, hacia el barranco! Buscó desesperadamente un punto de apoyo, lo encontró, se arrastró hacia delante y luego se desplomó.