Mulas, no
Fabián vivía al lado de una
charca de un ancho y profundo
río en Sudáfrica. Habitaba en un poblado con sus padres y su muía, que se llamaba Golo. Golo era una muía completamente blanca, a excepción del morro, que era rosa. Su
color contrastaba con la piel negra de sus dueños.